viernes, 9 de enero de 2009

Un poquito de mí

Algunos de los recuerdos más viejos que tengo me llevan a el sur de la Argentina, al Valle de Río Negro y su aroma a manzanares en el viento, un poco antes a Valcheta y sus acequias, sus espárragos y sus siestas interminables y a mi abuela materna, compinche de mi niñez hasta mi adolescencia, contando historias, dando caminatas y secundando mis juegos. Las fotos de entonces me muestran una niña regordeta, de cachetes colorados y rulos color miel, ya por entonces había perdido los ojos azules cielo, igualitos a los de mi viejo, que tuve por unos meses y fueron la ilusión de la familia. Físicamente no herede nada de papá, soy un calco de mi vieja, de ella saque también la voz y el carácter, pero en la sangre, con el tiempo, empezaron a brotar los genes paternos, y herede su terquedad, su formalidad y sus conservadorismos (mi viejo era muy protocolar), su amor por los libros (al que también colaboraron ampliamente mis abuelas), su amor por la poesía de Ruben Darío y por la bendita “Academia”.
Por esos entonces, mi familia era nómada, mi papa tenia un trabajo que nos llevaba de un lado a otro, un año en Bariloche, dos años en Río Colorado, dos en Valcheta, alguno en Viedma. Mamá tenia una agilidad prodigiosa en armar y desarmar mudanzas.
Mis primeros años escolares me encontraron casi sin amigos, cuando comenzaba a tomar confianza con mis compañeros, volvíamos a mudarnos y así me convertí desde chiquitita en un ratón de biblioteca…devoré cuanto libro infantil caía en mis manos: Alicia en el país de las maravillas, Heidi, Mujercitas, Corazón, Juvenillia, las historias de los Hermanos Harrison y todo lo que ponían ante mi vista, devore bibliotecas escolares, bibliotecas municipales y con los años me convertí en una obsesiva compradora de libros.
Para jugar estaban mis hermanas, por ese momento tenia dos, con la primera me llevo en edad un año y medio, con la segunda cinco años…mi hermana menor vendría cuando yo ya tendría 9 años y se convertiría entonces en mi muñeca, me acuerdo claramente de las siestas haciéndola dormir en su moisés y de sus primeros pasos. Tuve una infancia feliz, con peleas, porque éramos cuatro hermanas mujeres y terribles, lo mejor de esa infancia fue mi abuela materna…una mujer que tendría 13 años para toda la vida, en su casa jugábamos al carnaval y ella nos subía los baldes de agua al primer piso para ensopar a los que caminaban por la vereda, ella cruzaba en puntillas, a las doce de la noche, a la casa de enfrente para tirar bajo la puerta las inocentes cartas de amor para el vecinito, ella me dio el primer sorbo de vino y de anís, mi primer cigarrillo lo compartimos juntas, ella me dejaba trasnochar frente al televisor mirando a Narciso Ibáñez Menta y su temible “Pulpo Negro”, con ella me enamore de la escritura de Alejandro Dumas…fue siempre una niña y cuando se fue un pedacito de mi corazón quedo vacío.
Los años pasaron y seguí soñando despierta tras las hojas de un libro, me enamore unas cuantas veces, me di cuenta que mis padres eran excepcionales, aprendí que mis hermanas no eran, ni pensaban como yo, pero que algo invisible nos mantenía unidas, me fui a vivir sola y a estudiar, hice amigos increíbles, algunos hoy están lejos pero los siento muy cerca, conocí a J cuando tenia el corazón como piedra y él le gano a mi resentimiento y volví a enamorarme, en el camino perdí a seres queridos y amados, algunos para siempre, otros la vida dirá. Y crecí y gracias a todo lo anterior me convertí en esto que soy hoy…alguien que camina despacio disfrutando el sabor de esta vida, alguien que no le esquiva el bulto a la pena porque la hace mas fuerte, alguien que quiere aprender a pedir perdón, alguien que persigue su sueño por lejano que parezca . Tengo 33 años y ha sido hermoso el tramo de vida recorrido.-

7 comentarios:

  1. Que lindo es leer una historia tan bonita, tan optimista y con una conclusión que deja una sonrisa al que la lee.
    Yo también tengo sensaciones muy bonita de mi vida , mis 41 años han sido muy bonitos y los proximos años pintan muy bonitos porque mis hijos están por llegar a mi vida.
    Muchisima suerte para este 2009, que puedas ralizar tus propositos y que ese hijo que esperas llegue muy prontito.
    Un besote enorme

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  2. Hola Calé, llegue aca de casualdad, talvez por estar leyendo cosas de gente que esta pasando por lo mismo que yo, y me he dado cuenta que tenes un blog muy lindo...lleno de ternura y de vivencias cotidianas...
    Ojala querida amiga que tu sueño al igual que el de todas puedan hacerse realidad!
    Feliz 2009 y que ese milagrito nos llegue....besos y feliz fin de semana.

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  3. Hola Calé,

    Me gusta mucho tu forma de escribir, se nota que eres una devoradora de libros ;-) Eso lo tenemos en común. Eso y la parte de la abuela materna, aunque en mi caso la mía siempre ha tenido unos 8 años. Es como una niña. Aún está conmigo y ojalá permanezca muchos años más. Un beso.

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  4. Me hiciste acordar del Pulpo negro !!!! Mi tia me dajaba verlo en su casa... Que lindo es tener buenos recuerdos de la infancia !!

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  5. Gracias Chicas

    Ojala Dios oiga nuestros pedidos este año y nos traiga el regalo tan ansiado.
    Silvana, Nataly y Bego me alegro que les haya gustado mi blog y Bego ojala sigas teniendo por muchos años la compañia de tu abuela, la mia de seguro estara haciendo sus diabluras, allí donde este.
    Soledad, Narciso Ibañez Menta me quedo grabado a fuego en la memoria, es más, queria ver si encuentro en algun lugar la serie del Pulpo Negro, aunque por ahí volver a verla, ya mas grande, me le quite todo el encanto.-
    Besos.
    Mina.-

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  6. HERMOSOS RECUERDOS DE LA INFANCIA...

    UFA...A MÍ NO ME DEJABAN VER "EL PULPO NEGRO"

    PERO COINCIDIMOS EN EL AMOR A SARA KAY Y LAS FIGURITAS BRILLANTES

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  7. Me gustó mucho. Gracias por compartirlo. Blanca

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