No se si hay parejas que sean perfectas, parejas que se ensamblen desde el comienzo de la relación como dos piezas de un rompecabezas, parejas que sean eternamente sólidas, parejas que sean eternamente felices, parejas que siempre se complementen...Tampoco estoy segura que haya parejas que envejezcan juntos...
Hace 16 años que conozco a J, y me jacto de conocerlo, no como quien lee un mapa, sino como quien trata de adivinar un pergamino, si todo lo supiera de él la magia abría terminado hace tiempo y ya no habría descubrimientos, ni sorpresas. En estos 16 años hemos crecido en muchos sentidos, individualmente y en la relación, hemos afrontado perdidas de seres importantes en nuestras vidas, hemos discutido mi veces por temas trascendentales y por mil tonterías, hemos dormido en camas separadas durante varias noches por no querer vernos la cara, no nos hemos dirigido la palabra por varios días, nos hemos enojado hasta el hartazgo y nos hemos amado intensamente, he preparado la valija para irme en varias ocasiones y mil veces he decidido no cruzar la puerta mientras él prepara un té que elimine la discordia.
Se que puedo herirlo en mis broncas y que él seguirá parado junto a mi, sabe que estaré a su lado en el trabajo, en la casa y en la vida mas allá de sus olvidos, se que para él valen mas los gestos que las palabras y él sabe que para mi las palabras son fundamentales, se cuantos lunares tiene en su pecho y él ama las canas de mi cabello renegrido, sé que cuando le pregunto cuánto me ama me contestara indefectiblemente...hasta el infinito. Y sabemos ambos, que el tiempo todo lo transforma y todo lo cambia.
Hace cuatro años tomamos la decisión de unir nuestras vidas para envejecer juntos y a pesar de no habernos arrepentido aún, en el camino hemos pensado que tal vez el destino diga otra cosa… mientras tanto seguimos, como el salmón, nadando contra la corriente y enfrentando obstáculos.....y tal vez eso sea ser una pareja...sin la perfección de serlo, por el tiempo que nos duren el amor y las ganas.-
