viernes, 2 de octubre de 2009


Mañana sábado peregrino a pie a Lujan, ya no recuerdo cuantas veces he ido a visitar a Maria…ni se cuantas fueron para pedir una gracia, o para agradecer la gracia concedida, pero este año siento que es distinto…este año camino con mi corazón en la mano, con fe y convicción, con ganas de que me acaricie el cansancio, que cada calambre sea una ofrenda, que la sed y el calor sean la excusa para que ella me consuele y me aliente a seguir paso tras paso el camino que me acerca a su amado hijo. Este año es distinto a pesar de los dolores y las perdidas (o talvez gracias a los dolores y las perdidas) y aunque la mochila de la vida tendría que pesarme, la siento muy liviana, porque este año camino de rodillas, camino con ampollas, camino bajo el sol o bajo la lluvia, para decirle simplemente que la amo, que confió, que la necesito, que gracias ella soy fuerte, que gracias a ella estoy cerca de EL