martes, 30 de diciembre de 2008

Mascarada Navideña


Más allá de mis pronósticos la fiesta de navidad logro ser sobrellevada por toda la familia con mucha entereza, mi hermana decoro el patio de su casa con tantas bombillas de luz que casi nos achicharramos, adornó el pino dándole una fachada navideña, nos alegro con sus centros de mesa y mi maridito se enfundo el traje de papá Noel para alegría de los niños de la casa... pero a pesar del artilugio decorativo no dejamos de sentir el gran agujero existencial...como un nudo apretando en la garganta, como un vacío aferrado al fondo del estomago, como una sensación de ahogo y agobio que pujaba por salir y que queríamos contener para que nada fuera distinto esta navidad a los ojos de los más chiquitos…
Nos iba saliendo bien, a la hora del brindis algunas lagrimas cayeron disimuladas, pero en la confusión de los abrazos, los besos y el chin-chin, lograron pasar desapercibidas… y logramos sostener la situación hasta que el enano de cuatro años con la cara larga y los ojitos tristones contesto claramente a mi pregunta de ¿L que te pasa? con un sincero “estoy triste porque extraño al abuelito”
Y chau mascarada, mamá entro disimuladamente al baño, y la madre del pequeñín encendió un cigarrillo y camino por el patio mientras yo, con las lagrimas casi al borde de mis ojos, trataba de explicarle que no debía estar triste porque el abuelito de seguro en ese momento estaba con Diosito en el cielo, tan feliz como nunca lo estuvo …y por dentro pensaba ojala que se vaya pronto este año de mier…..

1 comentario:

  1. Hola !! Me gusto mucho tu blog... Te enlazo al mio asi te visito mas seguido.
    Besos.

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